De turismo por Turquía

Turquía es considerada como el museo al aire libre más grande del mundo, y lo cierto es que, a pesar de la inestabilidad política que se vive en los alrededores, sigue siendo un destino muy recurrido a la hora de planear unas vacaciones. Las antiguas ciudades del mundo griego, la comida a buen precio, los comercios tradicionales con productos textiles de gran calidad o la confluencia de cuatro mares diferentes son algunos de los reclamos más conocidos de un país que, encabezado por su ciudad más turística, Estambul, acoge cada año a cientos de miles de turistas. De cara a los turistas que tengan pensado viajar por primera vez a Turquía, en esta ocasión hemos recopilado algunas ideas acerca de qué hacer, qué ver y dónde acudir en un viaje a Turquía.

Partimos de la base de que cualquier viaje primerizo a Turquía comienza en Estambul, la ciudad que alberga el aeropuerto internacional más popular del país. Una vez en tierra, el viaje ha de comenzar por una visita obligada a la Hagia Sophia (o Santa Sofía), uno de los monumentos más representativos de la ciudad que, además, desde hace algunos años también hace la función de museo. Una vez terminada la visita, y si todavía quedan horas de sol, no está de más hacer una visita al Bazar de las Especias, el que está considerado como uno de los mejores lugares para comprar comida típica del país.

A medida que se vaya acercando el final del día, el siguiente lugar imprescindible para cualquier turista por Estambul es un paseo en barca por el Bósforo. Existen diferentes modalidades de crucero, unos más largos y otros más cortos, pero todos ellos permiten tener una vista privilegiada de la vida en la ciudad por la noche, así como tamibén todos ellos permiten pasar a la otra parte europea de la ciudad. Desde luego, se trata de la excusa perfecta para proseguir con el viaje por Turquía al día siguiente.

Pero, ¿y qué hay de las zonas más históricas del país? Prácticamente todas las grandes ciudades de Turquía cuentan con su peculiar pedazito de historia, pero es especialmente en el centro del país donde se encuentran los lugares más llamativos. Capadocia, por ejemplo, es una región histórica que cuenta con formaciones arqueológicas únicas en el planeta. Una ciudad subterránea, castillos, chimeneas naturales, museos al aire libre… en resumen, un lugar en el que perderse durante varios días. Hay agencias que organizan viajes desde Estambul hasta la zona de Capadocia -incluyendo tours por todos los lugares de interés, por supuesto-, por lo que la distancia no debería ser una preocupación a la hora de organizar un viaje de esta envergadura.

Por otra parte, si lo que queremos es disfrutar de las playas de Turquía, nuestro destino deberá acercarse al sur del país. La denominada como Costa Turquesa esconde las mejores maravillas de playas del país, y ciudades como Kemer, Olympos o Kekova albergan las aguas mediterráneas más puras de la zona. Incluso, existen cruceros que permiten recorrer todas las playas más representativas de la zona mediterránea de Turquía. En el caso de que nos decantemos más por las aguas del Mar Negro, ciudades como Amasra, Igneada o, incluso, Kilyos -la más cercana de todas a Estambul- son ejemplos de los destinos más turísticos para los que busquen una experiencia con el mar interior más importante del mundo.

Para terminar el viaje, y a medida que nos acerquemos de nuevo al aeropuerto, otra visita imprescindible es la de la Mezquita Azul. Presume de ser la mezquita más importante de Estambul, y su cúpula de 43 metros de altura deja claro que se trata de un monumento que no deja indiferente a nadie. Fue inagurada nada menos que en el año 1617, y su interior, formado por más de 20.000 azulejos de color azul, es todo un deleite para la vista. Eso sí, es recomendable conocer las normas de la mezquita a la hora de organizar el viaje, ya que hay que tener en cuenta factores tales como que, por ejemplo, la mezquita no está abierta al público en horas de culto.